Doodling Splinterlands: The Warrior's Horizon [Eng-Esp]

Saludos amigos amantes de las artes manuales! Les doy la bienvenida una vez más a mi taller @bricolajedc. En esta oportunidad los invito a seguir el paso a paso de uno de mis garabatos.

Hace un tiempo hice un fan art para uno de los personajes de Splinterlands, pero sentí que le faltaba un dibujo con una historia. Es lo que este garabato representa el horizonte perdido del guerrero.

Para este garabato utilicé papel de gramaje 100, marcadores micro punta en color negro, bolígrafo de gel punta 0.5 milímetros en color negro, lápiz y difumino. Por supuesto mi técnica favorita, el Zentangle.

El Zentangle suele asociarse con patrones abstractos, repetitivos y meditativos, pero en mi experiencia va mucho más allá de eso. Para mí, esta técnica es un lenguaje visual flexible que me permite construir pequeños paisajes hechos de garabatos, donde cada trazo se convierte en una forma de narrar, interpretar y reinterpretar personajes desde una mirada personal y creativa.

Cuando comienzo un dibujo, no pienso primero en el personaje como una figura completa. Me gusta partir de una idea más simple: un elemento que lo represente. Puede ser una textura, un símbolo, una parte de su vestimenta, una forma natural o incluso una emoción que me transmite. Ese elemento se convierte en el punto focal del paisaje. A partir de allí, todo lo demás nace como un acompañamiento visual que lo enmarca y lo potencia.

Los pequeños paisajes que construyo con Zentangle no buscan ser realistas. Son escenarios sugeridos, casi imaginarios, creados a base de líneas, puntos, curvas y patrones orgánicos. Un cielo puede estar formado por repeticiones rítmicas, una montaña por líneas ondulantes, y el suelo por tramas que se entrelazan. Este enfoque me permite simplificar el entorno sin perder profundidad, dejando que la imaginación complete lo que el dibujo solo insinúa.

Adaptar el Zentangle a diferentes personajes es uno de los procesos que más disfruto. Cada personaje tiene una energía distinta, y eso se traduce directamente en el tipo de trazo que utilizo. Si el personaje es fuerte o imponente, los patrones tienden a ser más marcados, con líneas firmes y contrastes intensos. Es lo que hice en este garabato.

Así es como el paisaje, no es un fondo decorativo, sino una extensión de la personalidad del personaje. Nostálgico y solitario, caminando hacia el horizonte.

Siempre hay un elemento resaltante que guía la composición. Puede ser un objeto, una parte del cuerpo, un símbolo o incluso un color puntual aplicado al final. Todo el paisaje de garabatos se organiza para dirigir la mirada hacia ese punto.

Me gusta pensar que es como contar una historia visual en silencio: el ojo del espectador recorre los patrones hasta detenerse en ese detalle clave que define al personaje.
Otro aspecto que valoro mucho de trabajar así es la libertad. El Zentangle me permite improvisar sin presión.

No hay bocetos rígidos ni reglas estrictas. Si el paisaje cambia a mitad del proceso, lo acepto y lo integro. Esa espontaneidad hace que cada obra sea única y que el resultado final conserve una sensación orgánica, casi viva.
Además, esta forma de trabajar tiene un componente muy personal y meditativo.

Mientras dibujo estos garabatos, entro en un estado de concentración que me ayuda a desconectar de la rutina. Cada línea es una pausa, cada patrón es un momento de atención plena. Al final, no solo obtengo una ilustración, sino también una experiencia creativa que me recarga.

En definitiva, utilizar la técnica de Zentangle para crear paisajes con garabatos y adaptarlos a distintos personajes me ha permitido ampliar mis posibilidades artísticas. Es una manera de fusionar abstracción y narrativa, patrón y emoción, técnica y juego. Cada personaje se convierte en un universo propio, y cada paisaje, en una forma distinta de explorarlo a través del dibujo.

Espero les guste mi trabajo, nos vemos en una próxima oportunidad. Chao!