Good afternoon to all my dear and valued friends of Buskeria! I'm so happy to be here with you again today on another day that the network has given us. This time, I want to share my new story with you. It's about Melody. You'll see that she has a great talent, but she's not in the right place or at the right time to use it as she'd like. You'll find out how she resolves this, as always, in the story. I hope you enjoy it. Let's begin!

Buenas tardes para todos queridos y apreciados amigos de Buskeria, me alegra muchísimo poder estar acá hoy nuevamente con ustedes en un día más que nos ha regalado la cadena. En este caso quiero compartirles mi nueva historia. Esta la he hecho sobre Melody, verán que ella tiene una gran habilidad pero no se encuentra ni en el lugar ni el momento correcto para poder hacer uso de ella como le gustaría. Como lo resuelve lo podrán descubrir como siempre en la historia, espero que les guste, arrancamos.

Melody lived far from Buskeria, the land of musical opportunity, the place where dreams of success came true. Even though she couldn't be there physically, she dreamed and imagined one day living in one of its cities and becoming a successful melodica player. From a young age, she knew it: when she grew up, she wanted to live in Buskeria. The only way to reach that city was by being a musician, so she knew she had to train as one. Her favorite instrument was the melodica, a handheld piano. Her love for this type of music stemmed from a gift: when she was little, her great-grandmother gave her a toy melodica, and she became very attached to it. Later, it became her favorite toy.

From there, her dream of moving to Buskeria to play her instrument was born. Reaching the land of opportunity wouldn't be easy; she would have to move, which would be expensive and very risky. But Melody wasn't worried about that now; after all, there was still plenty of time before then. So she used the time to grow, learn, and practice. She went to music school and prepared herself as best she could.

Melody vivía muy lejos de Buskeria, la tierra de las oportunidades musicales, el lugar donde los sueños de ascenso se hacían realidad, pero aunque ella no pudiera estar ahí físicamente al menos soñaba e imaginaba con poder lograr vivir en una de sus ciudades y lograr ser una exitosa melodista. Desde niña lo tuvo claro, cuando sea grande quiero vivir en Buskeria. La única forma de llegar a esa ciudad es siendo un músico, así que ella sabía que debía formarse como tal. Su instrumento favorito era la melódica, un una piano de mano. Su gusto por este tipo de música vino de un regalo, cuando era pequeña su bisabuela le regaló una melódica de juguete así que ella creó gran apego con el y más tarde se convirtió en su juguete favorito.

De ahí vino su sueño de irse a vivir a Buskeria para tocar su instrumento. Llegar a la tierra de las oportunidades no sería fácil, tendría que mudarse de casa, lo cual sería costoso y muy arriesgado. Pero Melody no se preocupaba por eso ahora, total aún faltaba mucho tiempo para eso. Así que aprovechó el tiempo para crecer, aprender y practicar. Fue a la escuela de música y se preparó lo mejor que pudo.

Upon reaching adulthood and having learned enough, it was time to move forward and start fighting for her childhood dream: to go live in Buskeria. Before leaving, she first had to save money, so she hoped she could earn enough by playing the melodica and then be able to go. Things didn't go as she expected. At least, they weren't that simple. Nobody in her village played that instrument; she was one of the few who owned and played it. So, to begin with, there was no way to join any group as a melodica player. That was the first big hurdle to overcome. But no matter how much she searched, she couldn't find anyone who would offer her a position because, literally, no such position existed.

She then had to change how she earned the money to move to the city, taking on other kinds of jobs. She started ironing clothes, washing clothes, and cleaning houses for a very low wage. This money was barely enough to live on, so she couldn't save much. She loved her melodica so much, and she couldn't play it for anyone. It was very sad, but crying wouldn't solve anything. While she was doing those jobs, she tried playing in some restaurants to liven things up, but they wouldn't hire her because her music wasn't to their liking. People preferred other things, like relaxing violin music and things like that, but not melodic music. At the time, this was hard because she couldn't believe that despite her talent and her love for what she had studied, she couldn't make a living from it.

Al cumplir la mayoría de edad y haber aprendido lo suficiente era momento de salir adelante y empezar a luchar por su sueño de la infancia, irse a vivir a Buskeria. Antes de irse primero tenía que reunir dinero, así que ella esperaba que pudiera reunir suficiente tocando la melódica y luego poder irse. Las cosas no salieron como ella esperaba. Al menos no fueron tan simples. Nadie en su pueblo tocaba ese instrumento, ella era una de las pocas que lo tenía y tocaba. Así que para empezar no había forma de unirse a ningún grupo como una melodista. Así que ese fue el primer gran escalón a superar. Pero por mucho que buscó no encontró a nadie que le ofreciera un puesto, porque literal no existía tal puesto.

Tuvo que cambiar entonces su forma de obtener el dinero para irse a vivir a la ciudad, hacer trabajos de otros tipos. Se puso a planchar ropa a domicilio, a lavar ropa y a limpiar las casas por un salario bastante bajo. Este dinero a penas le alcanzaba para vivir así que no podía ahorrar mucho. Tanto que le gustaba su melódica y no podía tocarla para nadie. Era muy triste, pero con llorar no resolvía nada. Mientras hacia esos trabajos intentó tocar en algunos restaurant para animar el ambiente, pero no quisieron contratarla porque su música no era gustada en el lugar. La gente prefería otras cosas como música de violín relajante y cosas así, pero no melódica. En su momento esto fue duro porque no podía creer que ella a pesar de su habilidad y de su amor por lo que había estudiado no pudiera vivir de eso.

Sometimes she wondered if her dream was too big and she should come down to earth, but when she saw in magazines that Buskeria offered great opportunities for musicians, she felt a surge of strength, because even though she was going through hard times, one day she would be able to save enough to go. She continued working whatever jobs she could find and slowly built up a small savings, but it was very small. What she had managed to save in about three years was enough at least for the trip, but not enough to rent an apartment or cover basic expenses for the first few months. The reality was harsh; she would need much more than three years to achieve her goal. It was a bitter pill to swallow, but there was no other way.

She continued fighting, working, giving her all in everything she did, often even going without food to save as much as she could. They were dark days, days of tears, and days of hope, because every penny brought her a little closer to what she aspired to one day achieve. The money in her savings continued to grow, and after 12 years and several months, she had enough for the trip and her first few months in Buskeria. The challenge had been enormous, but perseverance pays off. With great joy, she counted the money and saw that she had enough; it was time to leave and go to the land of opportunity, Buskeria, her beloved Buskeria. She knew she wouldn't just arrive and start playing music, since even growing in good soil requires time and dedication, but she was determined to do it, and she would succeed. "I'm coming to you, Buskeria," were her final words, and she embarked on the great journey.

Algunas veces llegó a preguntarse si quizás su sueño sería demasiado grande y debería bajarse de la nube, pero cuando veía en las revistas que Buskeria ofrecía grandes oportunidades para los músicos ella se llenaba de fuerzas, porque aunque estaba pasando por momentos duros algún día podría reunir lo suficiente para irse. Continuó trabajando en todo lo que pudo y lentamente fue haciendo crecer un pequeño ahorro, pero era muy pequeño. Con lo que había logrado reunir en unos 3 años le daba para al menos para el viaje, pero no le alcanzaba para poder rentar un apartamento ni para costear los gastos básicos los primeros meses. La realidad era dura, necesitaría mucho más de 3 años más para conseguir su meta. Fue un trago amargo reconocerlo pero no había de otra.

Continuó luchando, trabajando, dándolo todo en cada cosa que hacia, muchas veces dejó hasta de comer por ahorrar todo lo que pudiera. Fueron días oscuros, días de lagrimas y días de esperanza, porque cada centavo la acercaba un poco más a lo que algún día aspiraba a llegar. El dinero en sus ahorros siguió creciendo y luego de pasados 12 años y varios meses pudo tener suficiente para el viaje y los primeros meses en Buskeria. El reto había sido enorme, pero el que lucha consigue. Con mucha alegría contó el dinero y vio que ya le alcanzaba, era el momento de salir e irse a la tierra de las oportunidades Buskeria, su amada Buskeria. Ella va consciente de que no será llegar y empezar a tocar, ya que incluso crecer en buena tierra requiere tiempo y dedicación, pero estaba dispuesta a hacerlo, y lo lograría. Voy a ti Buskeria fueron sus palabras finales y emprendió el gran viaje.

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