Slam 1
Después de un tiempo domesticando mujeres, de ser la malvada en un cuento de mierda, me lancé de un primer piso, me amarré a una cuerda de la pata de la cama, eché veinte pastillas de mentas en la boca, me corté las venas con cuchillo de gel, me saqué los ojos y las uñas en una foto que imprimió noséquién. Y el barranco, wow, el barranco parecía tan real que sentí pavor.
Luego de morir tantas veces y seguir con vida decidí hacer un testamento. Dejé trescientas mil palabras en el banco de la esquina para una. Cuatrocientos mil puntos y comas para otra. Y la suma más importante, el recuerdo de varios años en una bolsa, con par de aretes de pequeños atrapasueños en frente de su portal.
Entonces me supieron muerta, yo solo era de dar besos, disgustos y par de bromas sin risas.
Se murió al fin dijo una, la matarían dijo la otra, la tercera acertó, está fingiendo su muerte.
Dije, la muerte no se finge, puedes estar con el cerebro vivo y rodando en el subsuelo, aplastado como cucaracha por la chancleta de una vieja rolliza. Puedes estar envenenando el vientre de noséquién con tu saliva, y noséquién sabe que no tienes valor para quitarte la vida, que solo buscas salvación en par de brazos sinceros y que por eso fui la malvada. Pero noséquién me pone el cuchillo la pastilla y la soga, me empuja, me acompaña a dejar mi herencia aunque no le de nada, solo el veneno y y el adjetivo malvada en el cuento de mierda donde fue protagonista, yo solo era el falso shemp.
Slam 2
Que si he perdido? Bah! No cantan juntas la garza y la cigarra, no sé cómo salvar la dama del ajedrez, no calculo el piedra papel o tijera, no regalo flores, no regalo tiempo, quizás diez pesos a un mendigo.
Compremos algo con diez pesos dice una. Juguemos a algo dice la otra. Siempre apurada, apunta noséquién.
He perdido, para que no hagan preguntas, pero no más de lo que ganado. Un juego no trae siempre bendiciones, no se llega jugando al Edén.
La garza y la cigarra no vuelan juntas.
Al carajo tu garza, jake mate, dice una derrumbando mi dama con la victoria en los labios. Al carajo tu cigarra dice la otra burlona, envolviendo mi piedra con su papel.
Noséquién me mira, con cara de mendigo, regálame diez pesos, que ya tengo tu tiempo, no necesito flores. Siempre supe que no eras esto o aquello, eres como una paloma de esas que trae el mensaje escondido. No se llega en juegos al Edén, no se compran todas las bendiciones, fuera los juegos! prosigue, quiero perderlo todo y ganar en silencio contigo; después.
Slam 3
Las maté a todas. Las puse muertas encima de la mesa. Una miró con envidia, qué valor tienes caray. La otra me vio con recelo, tendrás que irte por un tiempo. Noséquién entró por la puerta con cara de yo mátate las mías también.
Claro, al matar pierdes el miedo y no todo el mundo tiene las bolas para hacerlo.
Yo tenía ganas de comer en abundancia, de beber, de irme sola, de ser más leal a mí misma. Tenía ganas de viajar, de dejar el puñetero trabajo y vivir sin horario y sin jefe, de pasarme una noche haciendo el amor como si no hubiera un mañana, de hacer una bomba casera y hacerla explotar en el lugar que te conté. Tenía ganas de sentarme en la esquina de un parque con mi cigarro en los labios y decir me cago en todos.
Apenas dejé un par. No se pueden matar todas las ganas de una vez.
Una me dijo que quería ser millonaria, la otra dijo quiero viajar el mundo, noséquién susurró que tenía ganas de ser como yo. Vacilé por segundos, no sabía si debía contestarle.
Quién de ustedes va a esperar a la policía, o pasará junto a mí el tiempo de hambruna y soledad?. Matar las ganas no es opción para cobardes. Mira su sangre como corre, la lujuria corre, el reloj corre, huyen igual que las ganas de un asalariado comunista.
Una se aferró a mis piernas, vete antes de que lleguen. La otra dijo entre dientes, debiste haberlo pensado si era tan grave. Noséquién agarró el cuchillo y lo enterró con rabia treinta veces, haciendo suyas mis ganas muertas.
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