Mi solidaridad y sentir lamentan tú perdida... sobre todo cuando de un ser tan especial parte de este plano terrenal, dejando un vacío enorme, pero que de seguro estará siempre presente en lo cotidiano, en sus ejemplos a seguir... y quizás en los gestos y ojos de alguno de nuestros hijos o sobrinos... Allí el ciclo de la vida es como la espada de Damocles.
Un abrazo!