El encanto es un lugar magico, genial,me duele mucho que lo tengan en el abandono, olvidabo y sin ninguna atencion.
Nosotros vivíamos en la esquina del puente guanábano, ya al final de la av. Baralt, en una vieja casona de esas de antes, que tenían ventanales y entradas enormes para pasar con los caballos a dentro de la casa.