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The One-SIM Card Entrepreneur Syndrome
A while back, I was doing sales consultancy for a company that had just hired three new salespeople.
Young. Energetic. Hungry. Ready to go.
But there was one major problem: they only had access to one cellphone.
And a dusty landline.
When I asked how these recruits were supposed to prospect, follow up, or close deals, the answer shocked me:
“They are supposed to use my number.”
Whose number?
The owner’s.
I was speechless.
So I asked him—an experienced entrepreneur with over 20 years in business—why everything had to go through him.
His answer?
“I want to be in control. Every customer must come through me.”
And just like that, I understood the real concern.
This wasn’t a sales challenge.
It was the classic case of the One-SIM Card Entrepreneur.
This man wasn’t running a business.
He was the customer care rep, sales manager, project manager, finance officer, receptionist, and personal assistant—all rolled into one SIM card.
And he’s not alone.
Across Africa, we’ve got entrepreneurs with great products, powerful ideas, and even loyal teams—
But they’re stuck.
Not because there’s no market.
Not because they lack funding.
But because they refuse to let go.
They are the bottleneck.
The business is limited by one person’s battery life and availability.
If you’re the only one taking customer calls…
If you’re the only one with access to the CRM…
If your team waits for you to approve every quote, respond to every client, and solve every fire…
You’re not leading. You’re just surviving.
Here’s what happens when everything passes through your phone:
— You burn out.
— Your team stops thinking.
— Your customers get frustrated.
— Your growth flat lines.
One will say that it depends on the kind of business, but, at the current interface of business, you need not be a one - SIM business owner.
The issue of trust is mostly the reason some entrepreneurs choices to operate a one -SIM business.
During my consultancy, I asked a business owner why he operates his enterprise with one SIM?
He expressed to me the reason for his choice to run one-SIM with business, with deep fear of trust issues. If he delegates his customers' contacts to the hands of his managers.
Should the case his phone spoils, or he wants to leave, that the manager will leave with all these contacts in his phone.
But the big question to ask here is, when running a business would you truly be able to get yourself involved or through in everything?
Except you are running a closed door enterprise, not thinking of much expansion, maybe with your wife and children.
I see a one-SIM business entrepreneur as one who is not open to growth and expansion.
Let me ask you:
How will your business grow if you are the only touchpoint?
When will you think strategically if you're too busy sending locations and chasing invoices?
Business growth requires systems—not superheroes.
The best companies in the world don’t grow because the founder is everywhere.
They grow because the founder builds systems that work even when they’re not around.
So, if you truly want to scale:
— Empower your sales team. Give them tools to win.
— Build a process from prospecting to closing.
— Install systems for customer service, delivery, and finance.
— Train your people. Then trust them to execute.
There’s a reason Coca-Cola, Econet, or Dangote Cement doesn't run off one phone.
They run on systems.
You can’t be the hero in every story.
Your job is to become the builder of doers.
To move from being busy… to building something that works without you.
Because let’s be honest—
If your phone is ringing every five minutes, you’re not busy.
You’re disorganized.
Let that sink in.
Final Thought:
A constantly ringing phone may sound like business is booming.
But if you’re the only one answering it—your business is bleeding quietly.
Build systems. Empower your team.
And please—for the sake of your sanity and your business—
Let that SIM card rest.
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[Spanish] POR QUÉ TU NEGOCIO NO PUEDE CRECER SI TODO PASA POR TU TELÉFONO
El síndrome del emprendedor con una sola SIM
Hace un tiempo, trabajaba como consultor de ventas para una empresa que acababa de contratar a tres nuevos vendedores.
Jóvenes. Enérgicos. Hambrientos. Listos para comenzar.
Pero había un gran problema: solo tenían acceso a un teléfono celular.
Y una línea fija polvorienta.
Cuando pregunté cómo se suponía que estos nuevos empleados debían hacer prospección, seguimiento o cerrar tratos, la respuesta me dejó atónito:
“Se supone que deben usar mi número”.
¿El número de quién?
El del dueño.
Me quedé sin palabras.
Así que le pregunté —un empresario con más de 20 años de experiencia— por qué todo tenía que pasar por él.
¿Su respuesta?
“Quiero tener el control. Cada cliente debe pasar por mí”.
Y en ese momento, entendí cuál era el verdadero problema.
No era un reto de ventas.
Era el clásico caso del emprendedor con una sola SIM.
Este hombre no dirigía un negocio.
Era el encargado de atención al cliente, gerente de ventas, jefe de proyectos, responsable financiero, recepcionista y asistente personal —todo en una sola tarjeta SIM.
Y no está solo.
En toda África, hay emprendedores con grandes productos, ideas poderosas e incluso equipos leales—
Pero están estancados.
No porque no haya mercado.
No porque les falte financiamiento.
Sino porque se niegan a soltar el control.
Ellos son el cuello de botella.
El negocio está limitado por la batería y disponibilidad de una sola persona.
Si tú eres el único que atiende las llamadas de los clientes…
Si tú eres el único con acceso al CRM…
Si tu equipo espera que apruebes cada cotización, respondas cada mensaje y apagues cada incendio…
No estás liderando. Solo estás sobreviviendo.
Esto es lo que ocurre cuando todo pasa por tu teléfono:
— Te quemas.
— Tu equipo deja de pensar.
— Tus clientes se frustran.
— Tu crecimiento se estanca.
Alguien dirá que depende del tipo de negocio, pero hoy en día, no deberías ser un dueño de negocio con una sola SIM.
El problema de confianza es, en su mayoría, la razón por la cual algunos emprendedores eligen operar con una sola SIM.
Durante mi consultoría, le pregunté a un empresario por qué manejaba su empresa con una sola SIM.
Me expresó con temor profundo que su decisión era por desconfianza. Si delegaba los contactos de sus clientes a sus gerentes, corría el riesgo de que, si su teléfono se dañaba o si el gerente se iba, se llevaría todos los contactos consigo.
Pero la gran pregunta aquí es: al dirigir un negocio, ¿de verdad puedes estar en todo?
Salvo que estés llevando una empresa de puertas cerradas, sin intención de expandirte, quizás solo con tu esposa e hijos.
Yo veo al emprendedor de una sola SIM como alguien que no está abierto al crecimiento ni a la expansión.
Déjame preguntarte:
¿Cómo crecerá tu negocio si tú eres el único punto de contacto?
¿Cuándo tendrás tiempo para pensar estratégicamente si estás ocupado enviando ubicaciones y persiguiendo facturas?
El crecimiento empresarial requiere sistemas—no superhéroes.
Las mejores empresas del mundo no crecen porque el fundador esté en todas partes.
Crecen porque el fundador construye sistemas que funcionan incluso cuando él no está presente.
Entonces, si de verdad quieres escalar:
— Empodera a tu equipo de ventas. Dales herramientas para ganar.
— Crea un proceso desde la prospección hasta el cierre.
— Instala sistemas para atención al cliente, entrega y finanzas.
— Capacita a tu equipo. Luego confía en ellos para ejecutar.
Hay una razón por la que Coca-Cola, Econet o Dangote Cement no funcionan desde un solo teléfono.
Funcionan con sistemas.
No puedes ser el héroe de todas las historias.
Tu trabajo es convertirte en el constructor de ejecutores.
Pasar de estar ocupado… a construir algo que funcione sin ti.
Porque seamos sinceros—
Si tu teléfono suena cada cinco minutos, no estás ocupado.
Estás desorganizado.
Déjalo asimilar.
Pensamiento final:
Un teléfono que suena constantemente puede parecer que el negocio va bien.
Pero si eres el único que lo contesta—tu negocio está desangrándose en silencio.
Construye sistemas. Empodera a tu equipo.
Y por favor—por tu salud mental y la de tu empresa—
Deja descansar esa tarjeta SIM.
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