Existen recuerdos que a veces vienen a tu mente como un boomerang, quizá estuvieron allí durante mucho tiempo, pero no lo recordaba por alguna razón desconocida, pero siento que la iniciativa del equipo de Encuentro de Talentos, ha hecho que venga al presente por lo tanto voy a compartirlo con ustedes.
Recuerdo con tanta claridad que siento que fue la semana pasada, este episodio de mi vida que de cierta manera ahora me ayuda a entender muchas cosas, como ¿por qué le tengo cierto respeto al agua? Cuando apenas tenía 13 años para un tiempo de vacaciones como este, junto a mi familia decidimos ir a visitar a mi abuelo quien vivía en un sector denominado la Grita, por allí había muchos balnearios, quebradas, posas de aguas profundas y aunque no sabía nada estaba muy contenta de poder ir y meterme al agua y sin darme cuenta terminé cayendo en un hueco profundo, esa sensación fue horrible, sentía como luchaba por salir del agua mientras me sumergía una y otra vez.
No voy a negarlo me desesperé profundamente, sentí miedo de ahogarme, sentía que tenía toda una vida por delante y llegue a pensar que ese día sería mi final, pero en medio de aquella lucha incesante y rodeada de tantas personas ¿y que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo? sentí como unas manos muy fuertes se sumergieron, me sujetaron y me llevaron hasta una orilla firme.
En medio de mi gran susto pude observar que era mi tía política, una joven casi contemporánea conmigo pero saben ¿qué era lo más sorprendente? que ella tampoco sabía nadar y el miedo por un momento la paralizó de tal manera que estaba observando lo que estaba sucediendo, pero de su boca no podía articular ninguna palabra, pero su cuerpo no se quedó paralizado y gracias a Dios primeramente y a ella que logró vencer ese miedo hoy puedo contarles esta historia. Ella me confesó que entendió en medio de su desesperación que si no lo hacía yo no resistiría otras sumergida más en el agua.
Hoy puedo decirle con mucha propiedad que ese episodio de mi niñez me dejó una gran lección, la vida no es una línea recta, durante nuestro transitar podemos tropezar con obstáculos y profundos huecos que aparecen cuando menos lo esperamos.
Pero saben ¿qué es lo más curioso aún? que muchas veces esas barreras que nos encontramos en nuestro camino no son construidas por personas extrañas, por el contrario suelen ser las personas más cercanas a ti quienes la sedimentan. Pero ¿cómo es eso Sidalim? Simple mis estimados lectores, se convierten esas voces que nos susurran una y otra vez al oído no puedes, no tienes potencial, tu familia nunca logró nada de lo que se propuso, quién te has creído tú para soñar tan alto, ¿Por qué habrías de lograrlo? ¿Qué te hace diferente a los demás?
Son palabras hirientes que se vuelven en ecos en nuestra mente y que sin darnos cuenta tienen una gran influencia en nuestra forma de pensar y actuar. Pero es ese acaso el verdadero problema? No, el verdadero problema radica cuando tú crees y confías en esas palabras y dejas de intentarlo.
Por eso hoy me atrevo a preguntarte ¿cuántas veces has decidido guardar tus sueños en el cajón del olvido? solo porque en algún momento de tu vida decidiste que no valía la pena seguir luchando por ellos.
Porque al final de cuentas quiero recordarte algo valioso no son nuestras fuerzas las que nos permiten levantarnos cada día o las que nos sostienen. Si hoy te despertaste y por casualidad estás leyendo este post no es cosa del destino es la voluntad buena y agradable de Dios qué quiere obrar en tu vida.
Hoy te invito a que abraces profundamente una de esas promesas que dejó especialmente para ti y se encuentra en el libro de Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, recuerda que esa palabra es un ancla para tu fe.
Así que mientras el mundo te diga que no puedes, escucha la voz de un padre que desde lo alto del cielo te recuerda que eres su hija amada, que te guarda en el centro de su mano, que aun cuando tropieces una y otra vez él siempre va a estar allí limpiando tus heridas, secando tus lágrimas y renovando tus fuerzas para continuar.
Hoy te invito a que te atrevas a vencer tus miedos, atrévete a luchar por esos sueños que tienes dormido y hasta en el olvido porque cada paso que das con fe y determinación abre los cielos sobre tu vida. Ten presente que lo imposible en tus manos es algo totalmente posible en las manos de Dios y que él siempre te respalda y nunca te falla.
Bendiciones para ti que estás leyendo estas líneas y recuerda que no es casualidad este mensaje es un recordatorio que dentro de ti en lo más profundo de tu ser hay unas grandes fuerzas a la espera de que tú lo saques a la luz y cumplas con ese propósito divino que Dios tiene para ti.
De ante mano agradezco el que dediques parte de tu valioso tiempo para leer mi trabajo y que Dios te multiplique el apoyo que le aportes a mi publicación. Bendiciones
Todas las fotos aquí utilizadas son de mi propiedad y fueron tomadas con la cámara de mi teléfono Redmi Note 9T. El diseño fue realizado con la aplicación GridArt.
There are memories that sometimes come to mind like a boomerang. Maybe they were there for a long time, but I didn't remember them for some unknown reason. But I feel that the initiative of the Talent Meeting team has brought them to the present, so I'm going to share them with you.
I remember so clearly that I feel like it was last week, this episode of my life that in a certain way now helps me understand many things, like why do I have a certain respect for water? When I was barely 13 years old, for a vacation time like this, my family and I decided to go visit my grandfather who lived in an area called La Grita, there were many spas, ravines, deep water pools and although I didn't know anything, I was very happy to be able to go and get into the water and without realizing it I ended up falling into a deep hole, that sensation was horrible, I felt like I was struggling to get out of the water while I submerged myself again and again.
I won't deny it, I became deeply desperate, afraid of drowning, I felt like I had a whole life ahead of me and I even thought that day would be the end for me, but in the midst of that incessant struggle and surrounded by so many people and that no one realized what was happening? I felt like very strong hands submerged, held me and led me to a firm shore.
In the midst of my great fright I could see that it was my aunt-in-law, a young woman almost contemporary with me but you know what was most surprising? She didn't know how to swim either and the fear paralyzed her for a moment in such a way that she was watching what was happening, but she couldn't articulate a word from her mouth, but her body did not remain paralyzed and thanks to God first and foremost and to her who managed to overcome that fear today I can tell you this story. She confessed to me that she understood in the midst of her despair that if she didn't do it I wouldn't resist further submerged in the water.
Today I can tell you with great confidence that that episode from my childhood taught me a great lesson: life is not a straight line. Throughout our journey, we can stumble upon obstacles and deep holes that appear when we least expect them.
But you know what's even more curious? That many times those barriers that we find in our path are not built by strangers, on the contrary, they are usually the people closest to you who settle them. But How is that Sidalim? Simple my dear readers, they become those voices that whisper again and again in our ear you can't, you have no potential, your family never achieved anything they set out to do, who do you think you are to dream so high, Why would you achieve it? What makes you different from others?
They are hurtful words that echo in our minds and, without us realizing it, have a profound influence on our way of thinking and acting. But is that the real problem? No, the real problem lies when you believe and trust those words and stop trying.
That's why today I dare to ask you: How many times have you decided to put your dreams in the drawer of oblivion? just because at some point in your life you decided it wasn't worth continuing to fight for them.
Because at the end of the day, I want to remind you of something valuable: it's not our strength that allows us to get up each day or what sustains us. If you woke up today and happen to be reading this post, it's not fate, but God's good and pleasing will that he wants to work in your life.
Today I invite you to deeply embrace one of those promises that He left especially for you and is found in the book of Philippians 4:13 “I can do all things through Christ who strengthens me,” remember that this word is an anchor for your faith.
So while the world tells you that you can't, listen to the voice of a father who from the heights of heaven reminds you that you are his beloved daughter, that he keeps you in the center of his hand, that even when you stumble again and again he will always be there cleaning your wounds, drying your tears and renewing your strength to continue.
Today I invite you to dare to overcome your fears, dare to fight for those dreams you've long dreamed of, even forgotten, because every step you take with faith and determination opens the heavens above your life. Keep in mind that what's impossible in your hands is entirely possible in God's hands, and that He always supports you and never lets you down.
Blessings to you who are reading these lines, and remember that this message is no coincidence; it is a reminder that deep within you, there are great forces waiting for you to bring them to light and fulfill that divine purpose that God has for you.
I thank you in advance for dedicating part of your valuable time to read my work and may God multiply the support you give to my publication. Blessings.
All photos used here are my property and were taken with the camera of my Redmi Note 9T phone. The design was made with the GridArt application.
