Una de las etapas más bonita de toda mujer, sin duda alguna, es la maternidad, de hecho me atrevería decir que todas la visualizamos como algo de mágicos colores, risas cálidas y abrazos interminables, son tantos los momentos de ternura que lo acompañan que el simple hecho de recordarlo me provoca nostalgia. Sin embargo, durante este recorrido no solo existen estos bonitos momentos también obviamos los días largos las noches interminables, esos cuestionamientos que llegan sin preguntar y la intensa presión de tener que hacer todo perfecto.
Una de las expectativas que se vuelven común denominador en la gran mayoría de las familias es pensar que todos los hijos van a heredar un mismo comportamiento, que van a ser una réplica del primero y lastimosamente cuando esto no sucede tendemos a caer en frustración o peor aún a llegar al límite del comparar un hijo con otro.
Así como cada persona es un mundo, los hijos no están exentos de ellos, tienen personalidades únicas y un lenguaje emocional muy particular, cada uno tiene la propiedad de asumir las cosas según la sienta, por lo tanto esperar que se comporte de manera similar están injusto como pedirle al sol y la luna que sean iguales o que brillen con un mismo nivel de intensidad, tomando en cuenta que ambos son inmensamente necesarios, pero recordando siempre que cada uno tiene su brillo propio.
Las expectativas durante la maternidad inician antes de la fecundación, cosas como que debemos sentirnos plenos, debemos saber qué hacer, que somos incansables, que siempre debemos ser felices, pero la realidad nos enseña algo que casi está en contra de esas expectativas, sabemos muy bien que los niños no nacen con un manual de instrucciones bajo el brazo, pero tenemos el gran privilegio de amar y construir una bonita conexión con ellos, cada proceso de la maternidad es un mundo en construcción que debemos ir edificando casi desde cero.
También es importante destacar que cada madre tiene la capacidad de escribir su propia historia algunas les cuesta más que otras, algunas se adaptan tan rápido, mientras que otras sienten la necesidad de llorar y caen en depresión silenciosa, porque sienten que no están cumpliendo con lo que el mundo establece y es justamente allí donde debemos ser sabios detenernos reflexionar y tener presente que la materialidad no se trata de cumplir las expectativas que la sociedad establece, se trata justamente de construir una conexión genuina con nuestros hijos.
Si en algún momento de tu vida te has sentido asfixiada, agotada, no te sientas mal no has fallado decide pedir ayuda, no eres débil si requieres un respiro, eres una mujer valiente que siempre tiene la mejor disposición de dar lo mejor de sí, incluso en esos días tan largos donde el cansancio te quiere invadir, el desorden se vuelve un caos y la incertidumbre toca tu puerta, así que simplemente sacude cada una de esas cosas y decide pedir ayuda.
Si hay algo hermoso de la maternidad es comprender que nuestros hijos no necesitan una madre perfecta, no necesitan una madre modelo, necesitan que su mamá esté presente física, emocional e intelectualmente y que juntos decidan emprender este gran recorrido como es la maternidad donde el crecimiento sea continuo.
Así que mi queridas amigas lectoras, si en algún momento de sus vidas han sentido que sus expectativas en la maternidad han sobrepasado los límites, recuerden que su trabajo es valioso no justamente por el resultado que obtienes sino porque a pesar de todo sigues allí amando tu hijo con todo el corazón.
De ante mano agradezco el que dediques parte de tu valioso tiempo para leer mi trabajo y que Dios te multiplique el apoyo que le aportes a mi publicación. Bendiciones
Todas las fotos que uso aquí son mías y se tomaron con la cámara de mi Redmi 14. El diseño se creó con la aplicación GridArt.
One of the most beautiful stages of every woman, without a doubt, is motherhood, in fact I would dare to say that we all visualize it as something of magical colors, warm laughter and endless hugs, there are so many moments of tenderness that accompany it that the simple fact of remembering it makes me nostalgic. However, during this journey there are not only these beautiful moments, we also skip the long days, the endless nights, those questions that come without asking and the intense pressure of having to make everything perfect.
One of the expectations that become common denominator in most families is to think that all children will inherit the same behavior, that they will be a replica of the first one and unfortunately when this does not happen we tend to fall into frustration or even worse to reach the limit of comparing one child with another.
Just as each person is a world, children are not exempt from them, they have unique personalities and a very particular emotional language, each one has the property to assume things as they feel, therefore expecting them to behave in a similar way is unfair as asking the sun and the moon to be the same or to shine with the same level of intensity, taking into account that both are immensely necessary, but always remembering that each one has its own brilliance.
Expectations during motherhood begin before fertilization, things like that we should feel full, we should know what to do, that we are tireless, that we should always be happy, but reality teaches us something that is almost against those expectations, we know very well that children are not born with an instruction manual under the arm, but we have the great privilege to love and build a beautiful connection with them, each process of motherhood is a world under construction that we must be building almost from scratch.
It is also important to note that every mother has the ability to write her own story, some find it harder than others, some adapt so quickly, while others feel the need to cry and fall into silent depression, because they feel they are not complying with what the world establishes and it is precisely there where we must be wise to stop and reflect and keep in mind that materiality is not about meeting the expectations that society establishes, it is just about building a genuine connection with our children.
If at some point in your life you have felt suffocated, exhausted, do not feel bad you have not failed decide to ask for help, you are not weak if you require a breather, you are a brave woman who always has the best disposition to give the best of herself, even in those long days where tiredness wants to invade you, the disorder becomes chaos and uncertainty knocks on your door, so just shake each of those things and decide to ask for help.
If there is something beautiful about motherhood is to understand that our children do not need a perfect mother, they do not need a model mother, they need their mother to be present physically, emotionally and intellectually and that together they decide to undertake this great journey of motherhood where growth is continuous.
So my dear reader friends, if at some point in your lives you have felt that your expectations in motherhood have exceeded the limits, remember that your work is valuable not just because of the result you get but because despite everything you are still there loving your child with all your heart.
I thank you in advance for dedicating part of your valuable time to read my work and may God multiply the support you give to my publication. Blessings.
All the photos I use here are my own and were taken with my Redmi 14 camera. The layout was created using the GridArt app..
