Definitely for me every day has an exquisite taste of coffee, and I do not only mention it because of its intoxicating aroma that spreads through the different spaces of my home, but also because of the warmth of its rich beverage.
And as all my dear readers already know, Sundays for me and the whole family are special, precisely because of the important moments we spend together over coffee. This one was no exception to the rule and for that reason I want to share it with you so that it may be recorded not only in my heart but also in this great ecosystem.
After fulfilling our Sunday activities and having lunch we were at home and without any further planning the moment, the place and the occasion presented itself. Many times we think that to share beautiful moments we must make use of a special space and invest a considerable amount of money, but today I will show you that from the humility of my home we shared an incredible family afternoon.
I could not tell you the time when we started with this activity, only my daughter appeared at the table with her handful of cards in hand and with her mischievous and mischievous smile she invited us to play, with this description you can imagine that we could not resist the invitation.
I will be honest I am not a board game lover, but I did not want to break my daughter's illusion and therefore I discarded those crazy ideas and in the middle of our table who became our great witness we started with the game where laughter and looks of suspense were present. It is important to emphasize here that while the cards were mixed or shuffled together with that simple activity were accumulating a beautiful memory, which undoubtedly will remain not only in my heart but also in the heart of my little daughter.
And as always a delicious black coffee was present we had to warm up the engines and what better option than our rich drink in this way would also encourage me to have clear and precise strategies during the development of the game. I also remembered that I had some cookies from my children's snack and we decided to go with them even though this was just a complement, the simple reason of playing and sharing with the family were the best resources we needed at that moment.
During the development of the game I could perceive a mischievous look from my daughter which defines that she was in the presence of a prank, she had part of the cards hidden inside her purse and for this reason she had won the games more than once.
In reality, she is usually very good at this game, as she practices it constantly, but it was surprising how she had managed to have so many victories repeatedly, so I focused my attention during her interventions, there was laughter and we found a justification for the results obtained.
Finally we talked about what happened and reminded him that the important thing in these games is not to win, it is to play with the heart, we are a family of values and principles that cannot be overlooked in situations like these.
This is a simple moment of which very few are found in social networks but that are part of our purpose in life. Here there were no lights, no filters, no need for the perfect pose, it was just us, a bunch of cards and our favorite companion, a delicious and aromatic cup of coffee.
There is no doubt that coffee is not just a drink, it allows us to unite hearts, share anecdotes, accumulate moments and rebuild and strengthen bonds while we are sharing a cup of coffee, time fades without realizing it. Even though I did not win any of the games I feel triumphant because I am treasuring in the deepest part of my heart a family afternoon wrapped in coffee.
I thank you in advance for dedicating part of your valuable time to read my work and may God multiply the support you give to my publication. Blessings.
All the photos I use here are my own and were taken with my Redmi 14 camera. The layout was created using the GridArt app..
Definitivamente para mí todos los días tienen un exquisito sabor a café y no solamente lo menciono por su embriagante aroma que se esparce por los diferentes espacios de mi hogar, es que junto su aroma y el sabor está la calidez de su rica bebida.
Y como ya todos mis apreciados lectores conocen que los domingos para mí y toda la familia son especiales, justamente por los momentos importantes que convivimos junto al café. Este no fue una excepción de la regla y por ello quiero compartirlos con ustedes para que quede registro no solo en mi corazón sino también en este gran ecosistema.
Después de cumplir con nuestras actividades dominicales y almorzar nos encontrábamos en nuestra casa y sin mayor planificación alguna se presentó el momento, el lugar y la ocasión muchas veces pensamos que para compartir momentos hermosos debemos hacer uso de un espacio especial e invertir una cantidad considerada de dinero pero hoy les demostraré que desde la humildad de mi hogar compartimos una tarde familiar increíble.
No les pudiese precisar la hora en la que iniciamos con esta actividad solo mi hija se apareció junto a la mesa con su manojo de cartas en mano y con su sonrisa muy pícara y traviesa nos invitó a jugar, con esta descripción se imaginarán que no pudimos resistir nos a la invitación.
Les seré sincera no soy amante de los juegos de mesa, pero no quise romper la ilusión de mi hija y por lo tanto deseché esas ideas locas y en medio de nuestra mesa quién se volvió nuestra gran testigo iniciamos con el juego donde las risas y las miradas de suspenso se hicieron presentes. Es importante resaltar aquí que mientras las cartas eran mezcladas o barajeadas junto a esa actividad tan sencilla se estaban acumulando un hermoso recuerdo, que sin duda alguna quedará no solo en mi corazón sino también en el de mi pequeña hija.
Y como siempre un delicioso café negrito se hizo presente teníamos que calentar los motores y qué mejor opción que nuestro rica bebida de esta manera también me animaría a tener estrategias claras y precisas durante el desarrollo del juego. También recordé que tenía unas galletas de las merienda de mis hijos y decidimos acompañarlo junto a ellos aunque este simplemente era un complemento, la sencilla razón de jugar y compartir entre familia eran los mejores recursos que necesitábamos en ese momento.
Durante el desarrollo del juego pude percibir una mirada pícara de mi hija lo cual define que está en presencia de una travesura tenía parte de las cartas escondidas dentro de su bolso por esta razón en más de una oportunidad nos había ganado las partidas.
En realidad ella suele ser muy buena con este juego, pues lo practica continuamente pero era sorprendente cómo había logrado tener tantas victorias de manera reiterada por ello fijé mi atención durante sus intervenciones, allí la risa no se hicieron esperar y encontramos una justificación a los resultados obtenidos.
Finalmente conversamos sobre lo sucedido y le recordamos que lo importante en estos juegos no es ganar, es jugar con el corazón somos una familia de valores y principios que no se pueden dejar pasar en situaciones como estas.
Este es un sencillo momento de los cuales muy pocos se encuentran en las redes sociales pero que forman parte de nuestro propósito de vida. Aquí no habían luces, ni filtros no se necesitaba la pose perfecta solo éramos nosotros, un cumulo de carta y nuestro acompañante predilecto una deliciosa y aromática taza de café.
No cabe duda que el café no es simplemente una bebida él nos permite unir corazones, compartir anécdotas, acumular momentos y reconstruir y fortalecer lazos mientras estamos compartiendo una taza de café el tiempo se desvanece sin darnos cuenta. A pesar de que no gané ninguna partida de los juegos me siento triunfadora porque estoy atesorando lo más profundo de mi corazón una tarde familiar envuelta de café.
De ante mano agradezco el que dediques parte de tu valioso tiempo para leer mi trabajo y que Dios te multiplique el apoyo que le aportes a mi publicación. Bendiciones
Todas las fotos que uso aquí son mías y se tomaron con la cámara de mi Redmi 14. El diseño se creó con la aplicación GridArt.
