Doodling Splinterlands: : Dragon Scales [Eng-Esp]

Saludos amigos amantes de las artes manuales! Les doy la bienvenida una vez más a mi taller @bricolajedc, en esta oportunidad para enseñarles el proceso creativo de uno de mis garabatos de Splinterlands inspirado en la carta Dragon Whelp. Acompáñenme y les muestro el paso a paso.

Cuando descubrí el Zentangle, no lo hice buscando una técnica artística, sino una manera de calmar mi mente. En medio de la rutina diaria, el ruido constante y las mil cosas que uno tiene en la cabeza, sentarse con un papel en blanco y un bolígrafo puede parecer poca cosa. Pero para mí, se convirtió en una forma de pausa, de conexión conmigo misma y de silencio interior.

Dibujar patrones, uno tras otro, sin pensar demasiado en el resultado, tiene algo profundamente terapéutico. Es como si cada trazo me ayudara a soltar una preocupación, a poner en orden mis ideas y a encontrar belleza en la simple repetición.

El Zentangle no exige conocimientos previos ni técnicas complicadas; lo único que pide es dejarse llevar. Esa es la parte que más me gusta. No hay errores, no hay líneas mal hechas, porque cada una encuentra su lugar dentro del conjunto.

Con el tiempo entendí que esta práctica no solo me relajaba, sino que también me ayudaba a concentrarme en mis proyectos y a mirar la creatividad desde otro punto de vista: no como algo que se fuerza, sino como algo que fluye. Muchas veces es lo que me ayuda a salir del bloqueo artístico.

Lo más hermoso del Zentangle es su libertad. No hay una regla que diga qué se puede o no se puede dibujar.

Cualquier elemento puede convertirse en inspiración: una hoja caída, una textura en una pared, o incluso una imagen que a simple vista no tiene nada que ver con el arte meditativo. En esta ocasión, mi punto de partida fue algo poco común: una carta del juego Splinterlands, específicamente la carta llamada Dragon Whelp.

Cuando la observé por primera vez, me llamó la atención su energía. Tiene esa mezcla de ternura y fuerza que solo un dragón pequeño puede transmitir. Me detuve en tres elementos: la cola, el ojo y el ala.

Cada uno me pareció perfecto para transformarlo en un garabato lleno de vida. La cola se convirtió en una espiral de líneas suaves que se entrelazaban unas con otras, simbolizando la continuidad. El ojo, con su forma intensa y profunda, fue el centro de atención, como si guardara todos los secretos del dibujo. Y el ala, ligera y curvada, me dio la oportunidad de jugar con los patrones, con las repeticiones y con el movimiento.

Mientras lo dibujaba, me olvidé del tiempo. Esa es la magia del Zentangle: te absorbe sin que te des cuenta. Cada línea se convierte en una respiración, cada forma en un pensamiento que se ordena. Y cuando finalmente levantas la mirada, no solo tienes una obra frente a ti, sino también una mente más tranquila.

Mi garabato inspirado en Dragon Whelp no pretende ser una copia, ni una versión exacta del personaje. Es más bien una interpretación libre, una forma de traducir una energía visual en emociones, en calma y en presencia. Porque eso es el Zentangle para mí: una manera sencilla y poderosa de desconectar del mundo exterior y reconectar con el interior, de transformar lo cotidiano en arte y lo complicado en algo hermoso.

Al final, no se trata de dibujar bien, sino de disfrutar el proceso. Y cada vez que tomo el bolígrafo, recuerdo que no necesito más que eso: un momento, un papel y la voluntad de dejar que el arte haga su parte sanadora.

Espero les guste mi trabajo, nos vemos en una próxima oportunidad. Chao!