A mi me pasó el caso contrario, emigré de capital a provincia (en Venezuela) y aunque mi familia era originaria de esa ciudad, nos veían como el enemigo. Costó un mundo hacerse un piso, pero nada que no pudiera superarse con los años. Lo triste fue que al lograrlo, tocó emigrar y empezar todo nuevamente.
Excelente post!
You are viewing a single comment's thread from: