Después de que estuve decorando la torta, me fui a dormir un rato. Me dolía la cervical demasiado, no aguantaba esa espalda, la tenía como dormida. Después de que descansé, me levanté, me arreglé y me fui a bailar con mi esposo unas cuantas piezas, moviendo ese esqueleto de aquí para allá y disfrutando de esas músicas viejas pero buenas.

Cantamos el cumpleaños feliz y disfrutamos de la rica torta. Todos quedamos conformes y contentos y nos quedó torta para repetir por la mañana. Los invitados que vinieron de afuera, que fueron mi tía y los papás y hermanos de mi cuñado, nos despedimos, aunque al final quedó mi tía.

Mi cuñado se fue a acompañar con su hermano cada uno en su moto, para llevar a sus padres y resulta que cuando venían de regreso de allá para acá cuando venían a buscar a mi tía para llevarla, la policía les quitó las motos a los dos, a mi cuñado y a su hermano, es que ella era más de la una de la madrugada y está prohibido circular con ese tipo de vehículos.

Así que mi hermana estaba un poco molesta, porque dice que su esposo no tenía que haber salido a esa hora, pero bueno, después entre conversaciones, cuentos y risas se le pasóóóó la molestia y seguimos disfrutando otro rato más, mientras que Aristides y mi hermano fueron a llevar a mi tía caminando, nosotros esperábamos conversando y escuchando música.