Hola. Gracias por ese valioso testimonio, lleno de fuerza, sensibilidad y muchísima coherencia entre lo que sientes, piensas y haces. Mi más sincera admiración por la manera en cómo abordaste la situación que relatas. Se pudo percibir, esa mezcla tan humana de dolor, ira contenida y firmeza amorosa. Porque sí, ser madre también implica saber elegir cómo actuar, incluso cuando todo dentro de una clama por hacer justicia con las manos. Y para eso mi querida amiga se requiere temple del cual usted tiene mucho.
Muy gratificante ese giro final con el karate: no como arma de defensa, sino como camino de disciplina, confianza y respeto. Estoy convencida de que esos mensajes que sembraste en tus hijos, de no devolver con violencia, de mantener la integridad, de actuar con razón y no desde el impulso, los estarán acompañando siempre.😊
Nuevamente gracias por compartir tu experiencia de manera tan sincera y enriquecedora. Saludos.👋