
¡Jajajaja! Esto no es un relato navideño, ¡es una saga épica de supervivencia! Entre la 🐔 gallina inmortal, la suegra versión sargento y las hallacas para el ejército de Napoleón, tú mereces una condecoración… o al menos una hallaca con doble aceituna. Me declaro fan del “catire en estado catatónico”, y desde ya propongo que el próximo año te toque solo supervisar… desde una hamaca, con ese escocés 🥃 en mano y sin suegra a la vista. ¡Feliz Navidad, héroe de la resistencia hallaquera!