Fíjate me has dejado pensando. Mi abuela era descendiente de indígenas, carita aceitunada, trencitas en el cabello, tejido a partir de la lana de oveja. Una mujer sin estudios, con muchas creencias y grandes valores. Mucho de lo que soy es debido a ella. Su filosofía no venía de libros, ni grandes trabajos del pensamiento. Tenía mucha verdad en sus palabras y en sus acciones, aunque muy poco tacto para expresar y menos para explicar a una niña fanática del por qué...
Hoy se que tenía una especial conexión con la naturaleza, con el entorno. Respetuosa de los demás. Filósofa de acción la podría llamar