En mi familia pasó algo parecido, tres delincuentes entraron a la casa y literalmente salieron rebanados con un cuchillo de carnicería. Dios, me tocó lavar paredes y pisos delos, charcos de sangre… Quizá les cuente eso…
En esos momentos, y cuando tocan a un ser querido, uno se transforma… Un brazo lleno de bendiciones.