Acá más de uno estamos como sentados al filo de la silla, en puro suspenso, viendo como se desarrollan las cosas con las tensiones militares que van creciendo en el Caribe.
Y es cierto que hay que poner la mente en otras cosas para que el estrés no nos reviente la mente, pero creo que es inevitable preocuparse con el tono que va tomando todo el asunto.
